Después de un periodo de muchos quehaceres y el Open de
Bádminton de Guayaquil, puente del 1 de noviembre, etc, etc,…al fin me doy un
tiempo para agradeceros vuestra fidelidad y confianza. En este caso voy a
hablar de un área que no suelo tocar mucho, aunque es igual de importante que
las demás para el profesional de la Actividad Física, Educación Física y el
Deporte. Se trata de la gestión deportiva, aunque como veréis, se puede aplicar
a casi cualquier ámbito.
http://gymfactory.net/images/Noticias/MATRIX-PERSONAL.png |
Estaba revisando estos días un artículo de K. Popowich “
Working with challenging clients”, Fitness Trainer, 2005 y me di cuenta de los
muchos errores que podemos cometer como profesionales, sin referirme a los
técnicos, sino más bien el trato con las personas con las que trabajamos.
“Una de las mayores satisfacciones del trabajo del
entrenador personal es el hecho de poder trabajar con personas que, generalmente,
están motivadas e ilusionadas con el proyecto que comienzan de la mano del
entrenador (perder peso, mejorar la salud, etc.). Sin embargo, el trabajo se
puede convertir en insufrible si nos encontramos con clientes conflictivos. Uno
de los mejores indicadores de que estamos ante un cliente “difícil” es temer la
próxima sesión. Cuando el entrenador personal pierde la motivación o el interés
por un cliente, cuando no se implica en el proyecto que este ha comenzado, es
el momento de cambiar de aires y dejar que otro compañero/a se encargue del
cliente, por el bien de ambos. Pero para no llegar a tal extremo, existen
estrategias que puede emplear el entrenador para manejar las complicadas
situaciones que se le pueden presentar.
Debemos tener en cuenta que un cliente satisfecho es como
una valla publicitaria móvil. La mejor inversión en publicidad es tener
clientes satisfechos. Por eso es tan importante que incluso los clientes que no
puedan ser atendidos por el entrenador personal consideren que este les ha
dispensado un trato excelente.
- Explicarles la causa por la que no puede entrenarles: falta de tiempo, no especialización en un problema concreto, etc.
- Recoger el mayor número de datos del cliente en una charla informal: franja horaria deseada, problema, días a la semana que desea entrenar, edad, tipo de trabajo y teléfono son imprescindibles.
- Ofrecer una solución que satisfaga al cliente, si no es posible hacerlo inmediatamente, contactar por teléfono posteriormente.
Tomada de emiliolozano.com |
El entrenador personal es un experto en relaciones
interpersonales, ya que gran parte del tiempo de entrenamiento lo pasa
escuchando las inquietudes, motivaciones y temores del cliente acerca del
ejercicio físico. Por este motivo, debe localizar con rapidez a los clientes
difíciles y manejar cada situación de la forma más adecuada. Casos de clientes dificiles según K.
Popowich:
- El que nunca llega a tiempo.
- El que cancela sin avisar.
- El que comienza a ser un buen amigo/a.
- El que se muestra demasiado “amigable".
- El maleducado y ofensivo.
- El que nunca esta feliz.
- El que lo sabe todo
En el caso de que el entrenador personal trabaje en un
centro deportivo debe ser la dirección la que aporte dicho contrato. Si el
trabajo se desarrolla a domicilio, el entrenador personal debe diseñar dicho
acuerdo y asegurarse de que el cliente acepta las condiciones que se
consideren.”
Tomado de http://3.bp.blogspot.com |
Como veis, la atención al cliente y la gestión de la
relación con el cliente, son claves para el éxito de cualquier propuesta de
entrenamiento personal, o de trabajo con otras personas de forma particular
(gimnasios, escuelas, familias de niños, e incluso colegios privados). Cuando
valoramos todos los aspectos citados anteriormente, junto con los conocimientos
técnicos, la experiencia y la empatía con las personas con las que trabajamos;
estamos siendo buenos profesionales y nos estamos asegurando de dar una
atención de calidad.
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