Aunque ya hice mención a la Actividad Física
Adaptada (AFA) en una publicación sobre las maravillas de aprender de un niño
con necesidades educativas especiales (nee), nunca me centré en desarrollar con
detalle una publicación sobre la AFA. Y es que cada vez se necesita más
aprendizaje y capacitación docente en relación a las adaptaciones curriculares
que debemos hacer en Educación Física si contamos con un estudiante con
características especiales. Si bien es cierto, siempre debemos adaptar las
sesiones a las necesidades individuales de cada uno de nuestros estudiantes,
pero sería una irresponsabilidad por nuestra parte, si no dedicamos especial
atención y mimo, en el desarrollo de adaptaciones en determinados casos. A continuación
hago una recopilación de algunos artículos excelentes sobre el tema. No es una
transcripción completa de ambos, sino que más bien seleccioné los apartados que
me parecieron más interesantes. De todas formas pongo los artículos para que
quien quiera profundizar en alguno de ellos, pueda hacerlo. Además, al final
podemos ver una presentación de diapositivas con algunos conceptos
esquematizados y resumidos, sobre la inclusión en Educación Física.
Actividad Física
Adaptada
Según la Asociación Europea para la
Investigación en la Actividad Física Adaptada (A.F.A.), la AFA va dirigida a
personas con problemas de aprendizaje, está planteada para capacitar a estas
personas y modificada con la finalidad de facilitar la participación de
personas con discapacidades, éstas son:
- 3ª Edad
- Niños con problemas de aprendizaje
- Discapacidades físicas
- Discapacidades psíquicas
- Discapacidades sensoriales
- Parálisis cerebral
- Otros
La EF Adaptada no debería contemplarse como
algo específico, sino que debe ser conocida por todos los profesionales de la
EF, debido a que esto haría posible la integración de personas con
discapacidades en todos los lugares y momentos.
Concepto de
minusvalía
Se considera minusválido, según la “Ley de
Integración del Minusválido”, a toda persona que a causa de un determinado
suceso, presenta un deterioro o maduración incompleta de sus facultades
psíquicas, físicas o sensoriales, o varias a la vez, que afectan actualmente o
en el futuro, de modo grave y prolongado, su capacidad de adaptación al medio
que le rodea. Esta minusvalía tiene posibilidad de restauración parcial, pero
se encuentra en relación inversa a la gravedad del proceso, o directamente con
una actuación social adecuada.
Deficiencia
|
Discapacidad
|
Minusvalía
|
ojo
|
ceguera
|
ciego
|
EF para personas con
discapacidades
Beneficio de la EF se puede orientar en 2
sentidos:
- Intrínseco a la actividad física y que se relaciona con el desarrollo físico motor del alumno/a. Es un beneficio idéntico para todos los estudiantes (siempre hay desarrollo sea en mayor o en menor medida).
- Ámbito más amplio, el social. La integración de personas con disminuciones comprende multitud de ámbitos: laboral, social, integración en entorno urbano,… En definitiva, si queremos que tenga lugar una integración total será necesario contemplar todos.
Integración y
normalidad
Aunque lo ideal sería hablar de normalidad, de
forma que todos somos y nos vemos iguales; por el momento hemos de conformarnos
con que cada vez más personas entiendan y practiquen el concepto de igualdad e integración.
Según Mercedes Ríos, cuando hablamos de integración, ésta tiende a englobar en
todas las actividades a todos los individuos, indiferentemente de sus
particularidades. No hemos de entender asimilación de modelos, absorción o
etnocentrismo. No se trata del predominio de una forma de hacer sobre otra,
sino de la convivencia en la diversidad.
Una sociedad respetuosa con la diversidad es
aquella en la que todos los individuos ejercen la libertad y la igualdad de oportunidades
en los derechos y en los deberes.
Así, la Educación es para todos los alumnos/as
y no para la mayoría, por lo que los mismos derechos y deberes tienen todos los
colectivos. El profesor de EF tiene que Educar en la diversidad sabiendo que
todos los estudiantes son distintos y que cada uno puede necesitar acciones
distintas para su desarrollo.
Francisco Javier
Hernández Vázquez, Educación Física e Inclusión Educativa. Y Congreso
Internacional EF, U.Barcelona
Los recursos humanos
Los recursos humanos son de gran importancia en
la inclusión educativa. En la clase de Educación Física, el apoyo que puede dar
una o varias personas, además del profesor tutor, es lo que conocemos como los recursos
humanos disponibles en el aula. Estos recursos o apoyos, generalmente, incluyen
una variedad de personal, entre otros: el alumnado
tutor, el profesorado asistente
y el profesorado especialista. En la
revisión bibliográfica encontramos evidencias del impacto y los beneficios
positivos que pueden tener estos recursos humanos en la inclusión educativa.
La revisión de los factores más significativos,
que estudiamos, en la clase de Educación Física y que inciden en la inclusión
son: los recursos humanos (el alumnado tutor, el profesor asistente y el especialista),
el currículum, el entorno inclusivo y no inclusivo, la interacción social, las
actitudes del alumnado sin discapacidad y las actitudes del profesorado.
El alumno tutor en la clase de Educación Física
Es el alumnado –que teniendo la misma edad y
compartiendo la misma clase- y, previa una formación básica, asisten en el
proceso de enseñanza aprendizaje al alumnado con necesidades educativas especiales.
Las investigaciones que estudian la intervención del alumnado tutor con el
alumnado con dificultades para incluirse en clase, muestran mejoras en este
tipo de alumnado con dificultades en la competencia motriz Houston-Wilson et
al. (1997), y en los movimientos motrices básicos Lieberman et al. (1997) y
Lieberman et al. (2000). Houston-Wilson et al. (1997), estudiaron los efectos
de intervención de seis alumnos tutores sobre el rendimiento motor de seis
alumnos con discapacidad intelectual media. Los resultados son la mejora en el rendimiento
motor del alumnado discapacidad intelectual media cuando interviene el alumnado
tutor. En la misma medida se obtienen aceptables resultados cuando el alumnado
tutor no ha recibido instrucciones básicas. Lieberman et al. (1997), estudia
las consecuencias de la participación del alumnado tutor (grupo de 11 años), en
la posible mejora del alumnado síndrome de Down, autismo, alteraciones de la
conducta y trastornos del desarrollo. Los resultados muestran que los
estudiantes con necesidades educativas especiales mejoran su rendimiento motor
cuando interviene el alumno tutor. En un estudio posterior, Lieberman et al.
(2000), estudian las consecuencias después de la intervención del alumnado
tutor, con el alumnado con necesidades educativas especiales, en clases
regulares. Los resultados es que el alumnado con necesidades educativas
especiales incrementa el doble su tiempo de practica real. Y, el alumnado
tutor, incrementa el doble, también, su práctica real. Los futuros estudios pueden
dirigirse a generalizar estos resultados y añadir la experiencia previa con
estudiantes con necesidades educativas especiales del alumnado tutor (Block y
Obrusnikova, 2007).
El profesor asistente
El profesor asistente o profesores de ayuda o
docentes de ámbitos generalistas que ayudan, al alumnado con necesidades
educativas especiales, es el profesorado que interviene ayudando en clase al
profesor tutor. Estas ayudas se ofrecen al alumnado con necesidades educativas
especiales severas. El profesor asistente interviene con estudiantes con
severas discapacidades acompañándole en diferentes clases durante el día,
semanas y, en general, todo el año e intentando satisfacer sus necesidades de
aprendizaje.
Existen estudios que describen la presencia del
profesor asistente (LaMaster, Gall, Kinchin y Siedentop, 1998; Leinert et al.,
2001). Estos estudios especifican como el profesorado de Educación Física
delega responsabilidades al profesorado asistente cuando tiene que intervenir
con los estudiantes con discapacidad. Murata, (1997), este autor es uno de los
pocos que estudia la combinación de la intervención del profesor asistente con
el alumno tutor. En su investigación el alumnado presentan severas
afectaciones. Los resultados muestran la mejora el rendimiento motor del
alumnado, cuando intervienen de forma coordinada el profesor asistente con el
alumno tutor. Algunos estudios observan que cuando interviene: el profesorado
asistente, el alumnado tutor y el profesor de Educación Física se obtiene una
mayor participación del alumnado en la clase (Murata, 1997).
Otros estudios resaltan la importancia del
profesorado asistente pero destacan que deben mejorar en las estrategias y los
modelos a utilizar (Murata, 1997). En general, el profesorado asistente si
bien aporta mejoras en el ámbito de la Educación Física, no parece satisfacer
las expectativas que se esperan de este educador. El profesor asistente
normalmente no conoce los contenidos y la didáctica de la Educación Física pues
no es un profesor especialista del área.
El refuerzo del especialista de educación
física adaptada
Los efectos de la intervención de especialistas
en Educación Física Adaptada son detallados en varios estudios (Block, 1996;
Vogler, 2000). Los estudios están basados en dos clases de Educación Física,
una clase con especialista y otra sin especialista. La consecuencia es que el
rendimiento del alumnado mejora en función de si existe refuerzo por parte del
profesor especialista.
Los resultados obtenidos Block (1996) y Vogler
(2000), muestran que la inclusión en la clase de Educación Física, puede ser un
proceso satisfactorio para todos los estudiantes con o sin discapacidad. Y cuando
existen apoyos del especialista en Educación Física Inclusiva las mejoras en
la inclusión son evidentes.
Otros autores sugieren que los especialistas en
Educación Física Adaptada pueden servir de consultores del profesor de
Educación Física (Lytle, 2002). Otro estudio muestra que este tipo consultas
pueden ser muy eficaces con el profesor tutor de Educación Física para acomodar
o satisfacer las demandas del alumnado con discapacidad (Heikinaro-Johansson,
1995).
Un currículum flexible es necesario para
conseguir resultados positivos en la inclusión educativa. No sólo el programa
curricular debe ser comprensivo. Las sesiones deben ser planificadas para
que el estudiante puede seguirlas dando, por tanto, la oportunidad de
satisfacer los procesos de inclusión en cada sesión y en cada curso educativo (Kodish,
2006). El profesorado dará las oportunidades para elaborar un currículum
flexible, cambios en las sesiones, diversidad de material, diferentes
equipamientos y actividades (tareas o ejercicios) que se adapten a los
estudiantes en cada curso y nivel.
Por ejemplo, Houston-Wilson (2003) plantean
tres importantes estrategias para enseñar a estudiantes con autismo en la clase de Educación
Física. De forma introductoria general para poder realizar las estrategias es
necesario que sea compatible con un currículum flexible. Y, específicamente,
organizar las sesiones diarias como una rutina, organizar la enseñanza en
espacios determinados (con conos, señales, cintas…), un calendario y el tiempo
que dura cada clase. El currículum flexible debe incluir a todos los estudiantes
creando las mismas oportunidades para todos teniendo como finalidad que
sean físicamente activos y puedan beneficiarse de la clase diaria dado los
beneficios que aporta. Las clases de Educación Física requieren de este
currículum flexible y de una enseñanza muy activa (equipamientos, instrucciones
y modificaciones de tareas) ambas facilitaran estos procesos en la inclusión (LaMaster,
1998).
La interacción social
Las experiencias actuales de inclusión con el
alumnado con discapacidad en la clase de Educación Física no siempre se
cumplen. Muy posiblemente los planteamientos de inclusión y de aprendizaje
están limitados al alumnado tutor (Ellis, 1996; Place, 2001). Place (2001),
utiliza en un estudio el análisis de comportamiento con estudiantes con
discapacidad en clases de Educación Física. El alumnado tutor no siempre
interactúa con el alumnado con discapacidad. Pues los tiempos de interacción
entre todos los compañeros –alumno tutor y discapacitado- fue pequeño (1% al 5%
en la mayoría de los casos y 20% en un caso). Las limitaciones en la
interacción social con el alumnado sin discapacidad están parcialmente documentadas
en un estudio de Goodwin (2000). Los estudiantes, en este estudio referenciado,
comentan que tienen buenos y malos días cuando están incluidos en la clase de
Educación Física. Los buenos días los tienen cuando los estudiantes se
encuentran incluidos en las actividades que propone el profesor en clase. Los
malos días son cuando el profesor no favorece al alumnado para incluirse en las
actividades o son incluidos en roles de menor actividad (anotador,
árbitro…). Aportando una interacción social poco enriquecedora. En el mismo
estudio anterior, Goodwin (2000), el grupo de alumnado que tiene experiencias
negativas en la clase de Educación Física comenta expresiones en relación a la
clase como: la odio, estoy enfadado en clase, me siento diferente, estoy
desanimado y grito. Todos los participantes en la clase de Educación Física
tienen sus experiencias positivas o negativas, el alumnado que tiene estas
últimas experiencias negativas comentadas –normalmente- no se adapta a la clase
y, por tanto, algunos estudiantes no reciben las atenciones apropiadas. Cuando
la adaptación no es la adecuada o se resalta excesivamente el protagonismo del
alumno a integrar, el alumno con discapacidad se siente ridículo (Dunn et
col. 2007).
Entorno inclusivo y no inclusivo
Los educadores físicos desean, como cualquier
profesor, enseñar lo mejor posible a sus estudiantes. Sin embargo, gran
parte del profesorado de Educación Física no tuvo formación académica para
incluir a su alumnado en las clases. Esta preparación debe incluir los
procesos de inclusión en sus planes de estudio (Block, 2007). La
experiencia del profesorado de Educación Física con el alumnado con necesidades
educativas especiales es relativamente alta pero las estrategias para
intervenir con el alumnado con nee son bajas. En este mismo sentido gran
parte de los profesores en activo no tuvieron formación inicial en adaptación
de programas, adaptación de tareas, y test, en consecuencia, muchos de ellos
utilizan el ensayo y error como procedimiento más frecuente.
Las actitudes del alumnado sin discapacidad
Las actitudes del alumnado sin discapacidad
hacia el alumnado con discapacidad tiene diferentes perspectivas, entre otras:
el alumnado en general tiene actitudes favorables para incluir al alumnado con discapacidad,
percibe el significado de otras personas en la inclusión (profesores, padres,
alumno tutor, etc.), expresa los sentimientos sobre los procesos de inclusión y
tienen fuertes convicciones para la inclusión de este alumnado discapacitado
(Kozub, 2003; Kodish, 2006 y Tripp, 2006). Tripp (1995), sugiere que cuando las
clases son muy numerosas la inclusión es más difícil. Las estudiantes,
compañeras del alumnado discapacitado, están más predispuestas que los
compañeros hacia la inclusión en la clase de los estudiantes discapacitados. En
su estudio, plantea que cuando los contenidos de enseñanza son juegos o
deportes competitivos la inclusión es más difícil. Murata et col. (2000), resaltan
los resultados positivos en los procesos de inclusión cuando la comunicación o
relaciones entre la comunidad educativa son frecuentes. Las relaciones entre
los estudiantes con y sin discapacidad mejoran: cuando el profesor favorece la
interacción entre ellos, cuando las relaciones de enseñanza aprendizaje son
satisfactorias y cuando los objetivos de aprendizaje no son competitivos.
Slininger (2000), destaca que las actitudes de las estudiantes son más positivas
que la de los estudiantes.
Factor género: existen evidencias en estos
estudios de que las estudiantes tienen actitudes más positivas hacia la inclusión
educativa que los estudiantes. Son diversos los argumentos que plantean para
justificarlo: el alumno focaliza sus intereses en la competición, el alumno
tiene una visión diferente de una gran parte de la comunidad educativa y la
percepción de competencia para el alumno es importante. En el caso de las alumnas
sus intereses están más relacionados con las redes sociales y de amistad del
grupo. Ello llevaría a entender mejor los aspectos de inclusión, las alumnas no
suelen ser competitivas y la percepción de competencia es importante pero no es
la más importante.
LA INCLUSIÓN EN EL ÁREA DE EDUCACIÓN FÍSICA EN
ESPAÑA. ANÁLISIS DE LAS BARRERAS PARA LA PARTIPACIÓN Y APRENDIZAJE
Merche Ríos Hernández . Universidad de
Barcelona. Ágora para la EF y el Deporte, n.º 9, 2009, 83-11493
Barreras para la
participación y el aprendizaje en las sesiones de Educación Física en España
La infravaloración del área de educación física
El proyecto educativo de centro, cuando hace
referencia a la atención a la diversidad, debería considerar esta área a
imagen, como mínimo, de las instrumentales. Cuando esto no sucede y se ignora
el área de Educación Física, puede llegarse al extremo de que ni el profesor de
apoyo ni el de Educación Especial se planteen reforzar las sesiones de Educación
Física.
En la mayoría de bibliografía especializada en
Educación Especial, pocos son los autores que se refieren al área de Educación Física.
Parece ser que todavía estamos arrastrando el lastre histórico de la
asignatura “maría” donde sólo se hace deporte, sin ningún planteamiento
pedagógico adicional. Podríamos pensar que el dualismo ha impregnado a
muchos compañeros y compañeras de claustro, que nos ven todavía a los profesores
y maestros de Educación Física como “adiestradores de cuerpos”. Ante estas
actitudes parece difícil que se reconozca la necesidad de contar con la colaboración
de profesores de apoyo o refuerzo al igual que en otras materias.
Por tanto, en la organización escolar la
Educación Física, no está reconocida en todo su potencial, en comparación con
las otras áreas instrumentales (Ríos, 2005), favoreciéndose la percepción del
maestro o profesor de “sentirse solo” al margen del claustro. Como
consecuencia, se puede dar el hecho de la ausencia de comunicación del maestro
o profesor de Educación Física con los diferentes profesionales que intervienen
con el alumno con discapacidad.
La formación del profesorado
La carencia de formación en este ámbito puede
inducir a temores diversos basados en el temor a lo desconocido,
principalmente, a provocar lesiones y a las consecuencias legales que esto
pueda comportar. Estos miedos, lógicos en cierta forma y de los que debemos ser
conscientes, no deben por ello favorecer la falsa inclusión, es decir, cuando
la interacción entre el alumno con dificultades y el resto del grupo es muy
reducida y, además, su participación en las sesiones de Educación Física es
pasiva. Citaremos, entre otras, algunas prácticas habituales (Ríos, 1996):
- Hacer exclusivamente acto de presencia.
- Asunción de roles pasivos -dejar hacer, asumir el papel de anotador o árbitro de forma permanente.
- Abusar del trabajo teórico, mientras que el resto del grupo participa en la clase.
- Destinar el tiempo de clase a sesiones de fisioterapia (en todo caso, la fisioterapia debería tener lugar rotatoriamente en todas las asignaturas, no sólo en la nuestra).
- Realizar actividades individualizadas al margen del resto de compañeros de manera habitual.
Evidentemente, la falta de formación puede
conllevar a una respuesta inadecuada a las Necesidades Educativas Especiales
que puedan presentar el alumnado con discapacidad, desde la organización escolar,
el currículo, hasta la sesión propiamente dicha. Además, debemos observar que
la aplicación de estrategias docentes inadecuadas respecto a la inclusión, pueden
comportar la desmotivación del grupo y del alumnado con discapacidad, pudiendo
llegar a favorecer la segregación (Ríos, 2005).
La propia idiosincrasia del profesorado
También puede ser un factor a tener en cuenta:
las experiencias previas, su propia ideología, su actitud hacia la búsqueda de
la solución de problemas, su capacidad de innovación, entre otras, pueden determinar
las posibilidades educativas del alumnado y, por tanto, situarlo en mejores o
peores condiciones para el aprendizaje.
El “factor familia”
La actitud de las familias ante el miedo a que
su hijo (o nieto, hermano, etc.) se lesione, su baja disposición a colaborar
con la escuela, sumada a la actitud sobreprotectora, puede llegar a facilitar
que la educadora o el educador desarrollen su actividad de manera que tenga como
consecuencia la ya descrita falsa inclusión. Pueden presentarse otras actitudes
que también influyen y que son contradictorias entre sí: desde la infravaloración
del alumno o alumna hasta las expectativas irreales.
La actitud del grupo clase
Si no existe un trabajo previo de sensibilización
mediante el cual los alumnos y alumnas puedan llegar a comprender los efectos
de las limitaciones, puede favorecerse la aparición de actitudes irrespetuosas
y segregadoras, de tal forma que no facilite la tarea del educador o educadora
en su esfuerzo por dar respuestas a las diferentes necesidades educativas del
alumnado. Como consecuencia puede darse el “rechazo inclusor” por parte del
grupo clase o de algún compañero: no aceptar determinadas adaptaciones que
diseña el profesor para facilitar la participación activa y efectiva en la
sesión de educación Física.
El diagnóstico y los informes médicos
Respecto al diagnóstico se puede convertir en
una barrera para la participación y el aprendizaje cuando no disponemos de él,
debido a que el proceso se puede dilatar en el tiempo, a la espera de que
llegue. Respecto a la información médica básica, nos llega frecuentemente de
manera muy sintética y mayoritariamente sin contraindicaciones. Tal vez el mismo
temor del estamento médico ante la responsabilidad civil, favorece que sus informes
sean poco concretos en este sentido, pero eso sólo conlleva aumentar el
desconcierto de los docentes.
Paralelamente nos encontramos ante la
inexistencia de protocolos médicos para evaluar las capacidades físicas del
alumnado con discapacidad. En este sentido es muy esperanzador el trabajo que está
realizando la Asociación de Ayuda a los Afectados de Cardiopatías Infantiles de
Catalunya, en el cual reivindican las adaptaciones curriculares en Educación
Física, impulsando una estructura permanente que facilita el establecimiento de
dichos protocolos.
La opinión de los fisioterapeutas
El trabajo interdisciplinar con los
fisioterapeutas es a menudo complicado ya que, en general, tienden a equiparar
la sesión de Educación Física con una sesión de alto rendimiento. Su actuación
a menudo se limita a realizar un trabajo individualizado en el centro, sin plantearse
la posible colaboración con el profesorado de Educación Física.
Ausencia de especialista en Actividad Física
Adaptada en los equipos de asesoramiento psicopedagógico o equipos multidisciplinares
Con la presencia regular de un especialista en
este ámbito, la actitud inclusiva de los docentes se vería reforzada y, por
tanto, aumentaría tanto la calidad docente como la seguridad del educador y educadora.
Así, vemos como este conjunto de condicionantes
conforman una realidad que pueden dificultar significativamente la inclusión
efectiva y, por tanto, la participación activa del alumnado con necesidades educativas
especiales en las sesiones de Educación Física. Será pues necesario, que la
escuela adopte medidas concretas para atender a todo el alumnado, especialmente
de tipo organizativo y curricular, ayudando de esta forma al desarrollo
profesional y la innovación educativa, dado que la asunción de la diversidad en
la sesión de educación Física, es una labor conjunta, en la que todos los miembros
de la comunidad escolar deben estar implicados.
Hola, soy fisioterapeuta en un centro de Educación Especial, y anteriormente en centros ordinarios tanto de primaria y secundaria... y por mi experiencia, o por lo menos por mi parte (y la de mucho compañeros) siempre buscamos trabajar interdisciplinariamente... y lo que me he encontrado en muchas ocasiones es que los compañeros de EF (hablo cuando estaba en coles ordinarios) son los que no saben que hacer con estos alumnos, quieren que les pongas el horario de fisio en la hora de EF, etc, etc... para digamos, quitarse el marrón... así que creo que no es bueno generalizar nunca... porque en todos los sitios cuecen habas... como se suele decir.
ResponderEliminarSi no has tenido buenas experiencias con compañeros fisios, pues es una lástima, por ti, por el fisio y principalmente por los alumnos a los que dabais clases... sobretodo por ellos. Pero no en todos los sitios será así y en ocasiones puede suceder al contrario... que sea el compañero de EF el que no sepa, no quiere esa colaboración... hay que cuidar un poco lo que se dice y como se dice.
Un saludo!
Gracias por tu comentario Tino! Como digo en la parte introductoria de la publicación, se trata de una recopilación de artículos que me parecieron interesantes para hablar sobre inclusión en Educación Física, que por lo que hay en internet, no me llega a satisfacer del todo la información que se da. En cuanto a experiencia personal pues hombre, coincido contigo completamente! En mis años como profesoinal de la AF y EF, trabajé con muchos niños con discapacidades (sin ser yo un especialista en eso, aunque sí con formación e interés por aprender más), sobretodo ahora en mi etapa ecuatoriana, y la verdad es que a lo que se refiere la parte de crítica al profesor asistente no es tanto a fisios, como sería tu caso, sino más bien a profesionales que se contratan para ayudar, pero que no tienen ni experiencia ni formación en EF, en relación a discapacidades. Tuve un par de compañeros que intentaban ayudar, pero nunca llegamos a entendernos porque no hablábamos el mismo idioma. Sin embargo reconozco que por ejemplo en casos de discapacidad mental profunda, me cuestan algunas clases con contenidos prácticos muy técnicos, en los que necesito centrarme mucho en todos mis estudiantes para evitar aprendizajes erróneos en cuanto a técnica específica. En estos casos si que necesito ayuda para, o quedarme yo con el chico con discapacidad o el ayudante, pero en ningún caso me gusta dejarlo como "a un lado", porque eso ya no es inclusión, ¿qué me recomendarías en casos así?
EliminarBuenas, soy estudiante y me gustaría saber qué adaptaciones puedo hacer para trabajar el acrosport en clase de E.F. en la ESO con una persona con discapacidad visual total?
ResponderEliminarHola Javi! pues muy buena pregunta. Mira, se me ocurren 2 buenas formas de adaptar, que además se pueden complementar una con otra.
EliminarCreo que lo mejor sería, primero observar con quién se lleva mejor en la clase y preguntarle a esa persona si le gustaría ser su guía. Si está de acuerdo, luego les entrenamos para que ganen confianza y se entiendan mejor kinestésicamente. Posteriormente ya estarán preparados para ir poco a poco probando posiciones y figuras simples, como subirse en la espalda de otra persona. Siempre muy poco a poco y en situaciones de riesgo controlado (colchonetas, otra ayuda, etc).
Además de eso, puedes jugar con algún material que tenga textura o crearlo, de forma que pueda identificar facilmente dónde puede realizar el apoyo y dónde no.
¿Me cuentas qué tal te va? Saludos y gracias por seguir el blog ;)