LA ÉTICA EN EL DEPORTE: ¿EXISTE?

La ética en el deporte, en todas sus manifestaciones, es una cuestión a analizar. Por otro lado, desde el punto de vista de educador físico, creo que conviene establecer y recordar las diferencias existentes entre deporte, deporte escolar y educación física ya que, solo teniendo claro nuestro objeto podremos educar con claridad y un norte tácito.

Por otro lado podríamos hablar de los medios de comunicación “especializados” que claramente representan a la antiética que nunca deberíamos seguir. No son pocas las veces que se escuchan comentarios del estilo de “mira la última humillación de Cristiano”, “Messi se come al rival” y tantos más y siempre refiriéndose al fútbol como paradigma. ¿Concluimos entonces que el fútbol no es ético? ¿El deporte es bueno en este sentido?

Como idea general antes de entrar en detalles, quedémonos con que “el deporte por sí mismo no transmite valores, son las personas que participan en él quienes los transmiten”

Tomada de: Jesús Barrio

Deporte escolar, cómo enfocarlo

Se trata del deporte relacionado con la enseñanza formal. No se trata de una captación de talentos sino de una herramienta más para lograr la educación integral del ser humano, como se define en la mayoría de currículos del mundo.

Principales diferencias con el deporte federado, Sosa (2001):

• Tender a la participación de todos los estudiantes y con diferentes roles.
• Competiciones flexibles y amigables sin perder la esencia del juego. Evitar grandes aglomeraciones de jugadores.
• Diversos roles, contrario al deporte donde solo tienen uno.

Si nos referimos a la organización de eventos deportivos:

• Clima de fiesta rodeando al evento, lo importante es estar ahí, todos son importantes.
• Al final de la competición todos los estudiantes deben sentir que lograron algo.
• En el deporte escolar el fin último es superarse a uno mismo o como equipo, no al “colegio rival”, es ahí donde el estudiante se debe medir, no en si otros lo hicieron mejor.

Tomada de: mundofutbolbase.es

Y el docente, ¿qué hace?

Crear un ambiente educativo donde las actitudes y los valores aparecerán de forma inconsciente, por lo que la misión de la profesora es planificar al máximo nuestra enseñanza para saber en cada momento establecer las actitudes y valores correctos.

Hablando de valores…:
Para Sosa (2001), la practica deportiva lleva en sí implícitos numerosos valores sociales como compañerismo, espíritu de superación, saber ganar y perder, etc. Sin embargo estos valores no los lleva el deporte en sí mismo sino una práctica deportiva bien realizada. En una mala educación deportiva el perjuicio para sus practicantes será grande, así como la mala influencia de los medios de comunicación y gran parte de los periodistas deportivos donde se valora más lo individual que lo colectivo y conceptos como la “humillación” están presentes cada fin de semana.

Tomada de: www.tudela.es

Con una buena práctica deportiva, se pueden transmitir (de Francisco, 1995):

• Deportividad
• Nobleza
• Valentía
• Constancia
• Espíritu de lucha y sacrificio
• Cooperación
• Colaboración
• Compañerismo

Así pues, los objetivos de la práctica deportiva son (Sosa, 2001):

• Invitar a competir de forma sana, superarse a sí mismo,  luchar por ser mejor, evitar poner límites, aceptar que toda superación requiere un esfuerzo y ese esfuerzo solo es necesario para autosuperarse, de los contrario no tiene sentido.
• Invitar al seguimiento de unas normas, ritos, estrategias, tradiciones, que en sí lleva toda práctica deportiva, para que sea realmente deportiva.
• Invitación al entusiasmo que toda práctica deportiva requiere para su correcta ejecución; es muy difícil, por no decir imposible, realizar cualquier práctica física sin motivación, sin alegría.

Concluyendo, la ética en el deporte no hay que buscarla en su esencia, sino sencillamente en dar unas pautas de actuación dentro del deporte; la formación deportiva debe fomentar la ética sabiendo que lo importante es la opción, el valor de actuar de una manera correcta; no podemos imponer un código ético, sino más bien una invitación a la realización de los mismos de una forma concreta y educar la voluntad para conseguirlo.