02 mayo 2015

ARTROSIS Y ACTIVIDAD FÍSICA, UNA RELACIÓN NEGATIVA

La etiología de la artrosis es multifactorial, aunque las causas mecánicas, a través de microfracturas del hueso subcondral y deterioros del cartílago articular, pueden ser unos de los factores más destacados. Los estudios experimentales en animales han demostrado que la compresión de una articulación con cargas excesivas e impulsos repetidos,  capaces de causar microfracturas, provocan cambios artríticos en dichas articulaciones.

  • En esta interesantísima presentación con vídeos explicativos podemos ver más en profundidad de qué hablamos:


¿Puede la actividad física intensa producir una degeneración artrítica de la articulación empleada preferentemente durante esa práctica física?


Algunos estudios sobre deportistas retirados, antiguos profesionales del deporte y trabajadores pesados sugieren una relación entre la actividad desarrollada y la aparición de artrosis en algunas articulaciones, mientras que otros estudios lo niegan.

También se ha estudiado en bailarinas y demuestran una evidente tendencia a la degeneración de algunas de las articulaciones estudiadas, mientras que no se hallan grandes variaciones en otras.
Vayamos por partes:
  • Caderas: hasta ahora, tan solo en dos estudios se han encontrado cifras que sugieren una mayor incidencia de artrosis de cadera en relación con el deporte, uno de ellos sobre futbolistas retirados y otro relacionándola con deportes de raqueta y carrera de larga distancia (vingard, Aher). (Journal sports medicine 1993), mientras que otros estudios niegan esta relación en ballet, golf, natación, bicicleta y patinaje sobre hielo. Sin embargo, otros estudios (Konradsen, American journal sports medicine 1990) no encuentran ninguna relación entre la práctica de la carrera (40 años de entrenamiento a razón de 20 a 40 Km. a la semana) y el desarrollo de coxartrosis.

mundoasistencial.com
  • Rodillas: los estudios sobre futbolistas retirados confirman una mayor incidencia de artrosis que en la población general, aunque su relación parece tener que ver con las lesiones producidas por los futbolistas (especialmente la rotura de ligamento lateral interno anterior y meniscos).

  • Tobillos: existe una elevada incidencia en los tobillos de fútbol y bailarinas retiradas, aunque los cambios radiológicos en estas articulaciones, rara vez tienen relación con la sintomatología clínica (Nickvan Dijk, American journal sports medicine).

  • Pies: la degeneración de la primera articulación metatarsofalángica parece muy común en bailarinas, probablemente por la combinación de:
    • Trabajo en puntas y el hecho de que la flexibilidad máxima de esta articulación tiene un control fundamentalmente pasivo (ligamentos) y es forzado por el peso de la bailarina.
    • Esfuerzos anómalos sobre la cara medial de esta articulación. Si la rotación de las caderas no es perfecta, conduce a un hallux valgus y, a través de esa mala alineación, al deterioro de la articulación.

  • Columna: se ha asociado con el levantamiento de pesas, y hay estudios que demuestran degeneración en los discos de practicantes de halterofilia en una proporción mucho mayor que en la población de control, hasta un 80% de los practicantes de 40 años presentan signos de artrosis en su columna. Otros deportes, como la carrera, provocan fuerzas importantes a través del disco capaces de acelerar el deterioro: el descanso de la altura discal se relaciona con el tipo de calzado empleado, la distancia recorrida, la superficie sobre la que se corre y el tiempo de carrera (recordar que en cada impacto del talón con el suelo se generan fuerzas de hasta 2000 Newtons).

Un deportista con un problema discal debe evitar los movimientos extremos de flexión, mientras que si el problema esta centrado en la zona posterior de la vértebra (síndrome facetario o espondilolisis)debemos evitar los movimientos extremos de extensión. El objetivo debe ser alcanzar un buen control sobre la lordosis lumbar, manteniendo el índice extensores/flexores de tronco en aproximadamente 1,3 a 1.
lamula.pe
Para valorar de una manera parecida el comportamiento de la columna (sana o lesionada) de un deportista, se puede utilizar sistemas biomecánicos sofisticados que combinan el EMG con el análisis computarizado de imágenes de vídeo. Este análisis computarizado de imágenes en vídeo podría permitirnos prevenir algunas lesiones y mejorar su rendimiento, por ejemplo, si descubrimos que la rotación espinal esta limitada, un deportista nunca conseguirá alcanzar su máxima capacidad de golpeo o lanzamiento si no eliminamos esas limitaciones. Si por el contrario nos encontramos con un deportista con una movilidad adecuada, una clínica correcta, una metodología de entrenamiento correcta, pero con un rendimiento no deseado: no merece la pena seguir invirtiendo tiempo, puesto que no hay problemas físicos.

Conclusión: Parece que existe relación entre práctica de ciertos deportistas y artrosis en algunas ocasiones.

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