Estaba
yo estos días revisando artículos en internet sobre varios temas, y de
casualidad me encontré con el Informe de Rendición de Cuentas del Ministerio
del Deporte de Ecuador del año 2012 (el más reciente que encontré), y como no, me detuve a revisarlo ya que se trata de un
asunto interesante y 22 páginas no son ninguna excusa para no hacerlo.
En
realidad fue una buena decisión ya que encontré cosas interesantes y algunas
sorprendentes. Obviamente me centré en lo que más me gusta y me interesa que es
la Educación Física.
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Los datos relativos a las tareas, proyectos y objetivos se
encuentran en el apartado: Dirección Educación Física. Ahí lo primero que me
llamó la atención fueron los números, un presupuesto de aproximadamente unos
4,5 millones de dólares, lo cual está muy bien y permitiría hacer muchísimas
actuaciones en el ámbito que compete a la Educación Física. Sin embargo esto no
es así, ya que a continuación llegamos al siguiente punto interesante que es la
dedicación de esa partida presupuestaria, que no es otra que competiciones. De
esos más de 4,5 millones, tan solo 290.000 dólares no están dedicados a
competiciones; siendo empleados esos casi 300.000 dólares en entrega de kits
deportivos para las escuelas fiscales y una pequeña parte ($40.000) para
invertir en las facultades de Educación Física del país. Resulta más que
curioso que, en un apartado titulado “Dirección de Educación Física” la inmensa
mayoría de proyectos y partida presupuestaria corresponda simplemente a
competiciones. ¿Acaso la Educación Física es sólo competir? ¿Hay algo para los
que no compiten? Y otras muchas más preguntas podrían surgir si cavilamos un
poco sobre este asunto. Pero la cosa no termina aquí.
Seguimos
leyendo, y aparece como por arte de magia una palabra interesante y desconocida
para mí hasta ahora (de hecho para el corrector automático del Word tampoco
existe pues la corrige de inmediato), “…organizmos
rectores…”. Por más que intento transcribirlo como está en el informe, más me
corrige mi cerebro y el corrector de Word. Entonces,…¿el autor de esa parte del
informe obvió la corrección? ¿el que supervisó el informe antes de su entrega
oficial también cree que es una palabra normal? Pero bueno, un error lo tiene
cualquiera, lo peligroso del asunto es la nula revisión de lo que se publica en
este organismo oficial.
Tras
estas puntualizaciones interesantes y bastante discutibles, aún hay más, aunque
en esta ocasión se trata de un tema más pedagógico y de sentido común para
quien sepa un poco en qué consiste la Educación Física.
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En
el Objetivo nº 12 de Rectoría de Educación Física. Por lo visto, actualmente se
da una situación que antes no era así, la Educación Física pertenece al
Ministerio del Deporte (antes al de Educación). Reflexionemos un poco. La
Educación Física es una materia, o área si queremos, perteneciente al
currículum educativo de la enseñanza básica, media y superior. Es una materia
en la que, por definición, se educa por medio del movimiento humano, y no solo
se educa al cuerpo humano sino también a la mente que es la que controla el
movimiento precisamente. Además de esto, en la Educación Física confluyen las
ciencias aplicadas a la actividad física, como son la psicología, biología,
fisiología, anatomía, biomecánica y pedagogía. Como vemos el contenido
formativo es más que amplio y en varios ámbitos, no solo en
deporte/competición. La situación actual es sencilla, hay una apuesta muy
fuerte por ampliar la competición a toda la población, masificarla; pero
pensemos un poco, ¿acaso todos los estudiantes compiten o les gusta competir?
¿debe ser la competición un fin? ¿O sin embargo es un medio para lograr otros
objetivos más integrales y formativos? Basándome en los estudios e
investigaciones más recientes, así como las leyes educativas más vanguardistas
y el apoyo del Confederación de Colegios Profesionales de Licenciados en
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de España (entre otros organismos
internacionales), la competición nunca debe ser un fin, y menos en la Educación
Física. El fin último de la Educación Física debe ser una formación integral
(física, social, psicológica,…) del individuo. La competición entonces debe ser
una herramienta para lograr esos objetivos últimos citados anteriormente.
Todo
esto viene a que la inclusión de la Educación Física en el Ministerio del
Deporte es del todo menos acertada. Si bien el Ministerio está trabajando muy
bien en la regulación de las federaciones deportivas ecuatorianas, al igual que
en la organización y desarrollo de diferentes competiciones, no ocurre lo mismo
en cuanto a la Educación Física, donde a pesar de su regulación con la reforma
educativa, aun falta redirigir los esfuerzos y reorientar las propuestas para
lograr una Educación Física acorde a las necesidades del país, esto es, una
Educación Física para la salud.
Por
último, y para terminar con esta publicación, señalar que no parece que las
cosas vayan a cambiar, ya que para las metas del pasado año 2013 (y por lo
tanto se deduce que para el 2014), se encuentra lograr que casi medio millón de
estudiantes y profesores de Educación Física participen en competiciones. ¿Se
habla de mejorar las instalaciones y servicios de las facultades? ¿Se habla de
mejorar la formación continua del profesorado de Educación Física? ¿Se habla de
potenciar el crecimiento de la Educación Física en sus respectivas facultades?
A todas las preguntas la respuesta es no.
Conclusión:
Además
de lo ya comentado en otras publicaciones sobre el “sentido y el ser” de la
Educación Física, es muy interesante adentrase en cómo el gobierno ecuatoriano
está orientando la misma, ya que va contra todas las recomendaciones
internacionales y mantiene un ideario prácticamente obsoleto y más propio de
otro tipo de regímenes políticos. Por lo que veo se parece mucho a la propuesta
de Cuba, un país que desde hace décadas aporta muchos buenos talentos al mundo
del deporte, pero esto no se debe a su propuesta de Educación Física, porque no
existe, lo que hay en Cuba es una gran escuela deportiva en los colegios y escuelas
de forma que se realizan entrenamientos adaptados a los niños. ¡Claro que cada
cierto tiempo se forman grandes deportistas! Pero a costa de frustrar a
muchísimos otros que quizá no tuvieran un gran futuro, pero les habría gustado
practicar deporte de forma aficionada. Ojalá no sea ese el modelo que se
pretenda seguir en Ecuador.
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