Hace unos días, salió una noticia en varios medios alertando de un caso de violencia machista en un partido de infantiles en Málaga. La noticia en sí es difícil de digerir y traducir en adjetivos calificativos, y los que se me ocurren no son adecuados para un blog. Empezaré así por el final (luego lo volveré a repetir por si no quedó claro) NO PODEMOS TOLERAR MÁS LAS VIOLENCIAS MACHISTAS, CAIGA QUIEN CAIGA, Y SE PARE LO QUE SE HAYA QUE PARAR.
Mientras leía la noticia en varios medios, la indignación iba "in crescendo" hasta el punto de no querer leer más, no podía, no quería ni imaginarme lo que pudo sentir esa niña de 13 años, que luego le preguntó a su padre, como él mismo afirma: "Ha sido muy triste ver la cara de mi hija cuando me ha preguntado por qué le decían esas cosas, si ella sólo quiere jugar al deporte que ama con locura. A lo que la niña respondió: "No he sabido qué decirles. Si me tienen que insultar, que me insulten por lo que insultan a mis compañeros. ¿Por qué me tienen que insultar por ser una niña, si no le hago nada a nadie?".
Los comentarios del entrenador del equipo rival protegiendo a su institución y a sus chavales (que según él no eran de su equipo), y el posterior comunicado del equipo en cuestión, no hacen sino aumentar la indignación por su inacción incomprensible ante unos actos que dicen mucho de quien los comete y de quien les rodea. Lo que está claro es que la UD Mortadelo no es un equipo seguro para las mujeres, ni todo lo humano que la rodea, incluido su entrenador de infantiles. El entrenador sigue en su puesto...
¿Es esto cuestión sólo de este caso? NO
A principio de temporada, el Rayo Vallecano anunció la contratación de Carlos Santiso, un entrenador que dijo una frase que no voy a reproducir para darle más publicidad, animando a violar a una chica para hacer grupo con su cuerpo técnico (lo cual habla bastante sobre su carencia de recursos técnico-tácticos como profesional y como incapaz de ejercer su profesión con soltura, así como de su nula capacidad de motivación de su equipo de trabajo). El entrenador y su cuerpo técnico, siguen en sus puestos...
También es bastante reciente el caso del Alhama, un equipo de la Liga Iberdrola, la primera categoría de la liga femenina de fútbol y donde ya existen diversas jugadoras que son profesionales. En este caso, también su entrenador, Randri García, quien no solo se dirigía a sus jugadoras de forma vejatoria sino que las insultó y acosó con detalles como el mandarles una foto de él junto a su cuerpo técnico tras salir de la ducha. Ésto provocó que algunas jugadoras directamente abandonaran el equipo, y las que decidieron quedarse, que hayan pedido bajas por daño psicológico, así como otros perjuicios tanto a nivel de juego como personales. El entrenador sigue en su puesto...
Todo ello sin hablar de los comentarios que se pueden escuchar en las gradas, en las ligas femeninas, hacia las árbitras, y por supuesto también en las ligas masculinas, donde todo aquello que se salga de la masculinidad hegemónica será castigado y penado con abucheos o diferentes comentarios homófobos.
Entonces,...¿el fútbol es un problema? NO
El fútbol es un deporte como otro cualquiera, que en países en los que no se practica con asiduidad, no pasa absolutamente nada. ¡El problema es la VIRILIDAD! como se afirma en el artículo "Los grandes encuentros deportivos como factor desencadenante de la violencia machista" de la web de la Comisión para la investigación de malos tratos a mujeres, de la ONU:
"Según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, la violencia machista también aumenta durante los partidos de fútbol americano, especialmente durante la famosa SuperBowl. En este sentido, todo apunta a que se repite el mismo fenómeno en todas las manifestaciones deportivas en las que se desarrolla el culto a la virilidad."
¿Entonces dónde está el problema y cómo lo atacamos?
Pues lo primero es darnos cuenta de que EXISTE este problema, y cada vez más en jóvenes de menos edad que incluso niegan la existencia de la violencia machista, como podemos ver en el artículo de Cadena Ser: Uno de cada diez jóvenes cree que la violencia machista no existe e incluso justifica algunas agresiones
Una vez conscientes de ello, demostrar con datos y hechos concretos a los jóvenes, que esto está pasando y es violencia, trabajando de la mano, instituciones estatales, comunidades autónomas y ayuntamientos, así como FEDERACIONES DEPORTIVAS Y CLUBES, y por supuesto, las familias. Si un pilar de éstos falla, no estaremos logrando nada.
El siguiente artículo es muy interesante a este respecto: "El machismo persiste en los comentarios sobre la liga femenina de fútbol" Elaborado con la sección Elfeminista de la Agencia EFE.
Luego, en lugar de todos esos comunicados que se sacan siempre que hay casos como los citados arriba, que me parecen perfectos, son necesarias acciones concretas que demuestren que hay tolerancia cero con el machismo y las violencias machistas, no solo en el fútbol sino en cualquier manifestación deportiva (y en la sociedad, si todo ello se lleva a cabo). Y no olvidemos que estas medidas se refieren a los estrictamente deportivo o de actividad física, luego a nivel de educación sexual integral en todas las etapas educativas también habría que hacer un trabajo constante y firme.
Sobre las campañas contra la violencia de género: no solo hay que hacerlas, hay que hacerlas con PERSPECTIVA DE GÉNERO. Digo esto porque, este mismo año vimos unos carteles de la Xunta de Galicia poniendo el foco en la mujer, en lugar de en los agresores; situación idéntica es la siguiente campaña de la Junta de Andalucía, de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, quienes, en un documento del 2021 para conmemorar el 25N, hacen un eslogan como el que sigue: "No dejes que caiga en su trampa", y sí, otra vez se pone en el foco a la mujer y no al agresor. Resumiendo, ciertas políticas dicen, acude al teléfono 016, cuenta con nosotros si te pasa algo,...¡¡PERO QUÉ VAIS A HACER PARA QUE EL O LOS HOMBRES EN CUESTIÓN NO VIOLENTEN!!
Esa es la pregunta que deberían resolver las autoridades, las familias, los centros educativos; porque se trata a la violencia machista como si fuera un desastre natural frente al que la única medida es lo paliativo, no lo preventivo; y cuando alguien del gobierno quiere poner el foco en el consentimiento, en seguida llegan los agresores a asegurar que lo importante es si hubo lesiones.
¿Y por qué hablo de esto en mi blog, Educafísica?
Me sobran razones...como Educadoras y Educadores Físicos Deportivos, tenemos un rol fundamental impidiendo este tipo de comportamientos, no solo con sanciones, si no también con reflexiones de por qué está mal (la sanción por sí misma no sirve de nada si no hay reflexión, se trata de un principio pedagógico elemental). Si vemos o escuchamos esto, se para todo, se identifica al o los responsables, se toman medidas que incluyan concienciación y reflexión y de ser necesario en función de la gravedad también las medidas penales o civiles que correspondan lógicamente. Esto NO SON COSAS DE CHIQUILLOS, el fútbol NO ES ASI, TODO LO QUE LO RODEA, HACE QUE SEA ASÍ
Y para terminar, aclarar que, si bien en el fútbol se han logrado cosas, y ya existen referentes como Vero Boquete primero (entrevistada en este blog por cierto), o Alexia Putellas ahora; todavía no se extiende masivamente un mensaje de tolerancia cero con las violencias machistas que, no solo proteja a víctimas, si no que también trabaje con los agresores. Y esto está en manos de todas y todos nosotros en nuestros ámbitos personales y profesionales.
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