Cuando trabajamos en el ámbito de la
actividad física, muy habitualmente (demasiado a menudo), se dan situaciones de
crítica entre compañeros o compañeras, que terminan con desencuentros, o con
pensamientos negativos a nivel personal, lo cual encarece sobremanera la
relación entre las personas, que al fin y al cabo son compañeros. De la misma
forma, entre los participantes de la actividad física y el deporte se pueden
dar situaciones de estas características. Y como en Educación Física se trabaja
con personas, es inevitable participar en escenarios similares a los descritos
anteriormente.
Con estos antecedentes, considero importante
saber aceptar, o quizá sería mejor decir escuchar, críticas (siempre que estas
sean constructivas) de los compañeros, deportistas y los estudiantes.
Recibir
una crítica: aspectos positivos
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Puede ser una oportunidad para conocer y comprender mejor a quien te
hace la crítica.
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Es normal que te hagan críticas. Cualquier persona en su trabajo está
sujeta a la opinión y valoración de otros.
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En muchas ocasiones, la crítica es un indicador positivo de la fluidez
de las relaciones interpersonales.
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Es normal que existan discrepancias y es preferible conocerlas.
Recibir
una crítica: aspectos negativos.
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Puede considerarse como una amenaza personal y profesional.
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