¡Es que si no me duele no progreso! ¡Yo lo que quiero es sufrir! Son algunas de las frases más típicas entre los usuarios de los centros deportivos y recreativos en los que se imparten clases dirigidas. Curiosamente esto no pasa en el entrenamiento personal, donde lo que suele buscar el cliente es mejorar algún aspecto concreto (o aspectos), y un seguimiento individual de su trabajo así como seguir un proceso planificado.
¿Pero hay realmente un sustento científico de este tipo de frases o pensamientos sobre las clases dirigidas?
En primer lugar debemos contextualizar las diferentes realidades de los centros en los que se imparten dichas clases, sean estos públicos o privados.
Tomada de: pixabay. Stevepb