La Educación Física es un área muy enriquecedora y llena de
beneficios para los estudiantes, siempre y cuando el docente maneje sus clases
y a grupo de la mejor forma posible.
A lo largo de la historia la Educación Física ha sido un
área más bien poco conocida y desarrollada, y aún ahora se sigue investigando y
descubriendo metodologías, contenidos y diferentes formas de hacerla más
cercana a toda la sociedad. Desde la gimnasia sueca de Ling, pasando por la instrumentalización
que se hizo de la misma por parte de los gobiernos a través de su militarización
y ahora a través del paradigma recreación-salud, ha evolucionado de una forma
mucho mayor a la evolución de los diferentes currículums y de las leyes educativas.
Pero, os preguntareis ¿y eso qué tiene que ver con el tema? Pues mucho ya que a
través de unas políticas efectivas se pueden prevenir muchas situaciones desagradables
y totalmente repugnantes. Sin embargo no podemos dejar todo en manos de las
políticas y administraciones de turno, no, la responsabilidad es compartida y
todos tenemos un rol claro en la prevención de estas conductas y situaciones.
Tomada de: https://blogs.publico.es |
En la educación física, como su propio nombre indica, se
educa a través del cuerpo y del movimiento, lo cual genera nuevas conexiones
nerviosas y se favorece el aprendizaje de todo tipo de áreas. Este hecho es una
gran ventaja ya que los aprendizajes kinestésicos (predominantes en EF aunque
no los únicos) tienen una permanencia mayor en la memoria corporal e integral
que otros ya que se basan en la experiencia y no en la memorización. Pero no se
puede trabajar a través del cuerpo sin conocimiento, y es ahí donde entran las políticas
estatales para evitar que “cualquiera” pueda ser profesor de EF o que solo por
el hecho de ser ex deportista hay que dar el puesto, ¡nada que ver! El
profesional de la Educación Física debe ser una persona formada y con unos
principios bien organizados y estables, con mentalidad abierta, así como muchas
otras características que configurarán el perfil profesional.
Además de estas políticas de definición del perfil
profesional, también se deben aplicar medidas macro, como adoptar el sistema
coeducativo y no la segregación por sexos, entendido como “aquella que no solo
educa en igualdad a chicas y chicos, sino que incorpora el principio de
diversidad como eje transversal. Una diversidad en cuanto al sexo, género,
clase social, raza, religión, diversidad funcional, opción sexual, entre otras,
que debe entenderse como equiparadora de derechos y no como segregadora de
diferencias y homogeneizadora” (Venegas, 2015).
Tomada de https://mundoentrenamiento.com |
La historia, la experiencia y
la ciencia, son la base para afirmar que la educación segregada fomenta las actitudes
y comportamientos violentos entre sexos (principalmente hacia la mujer) y esto
se debe principalmente a que no se conocen los unos a los otros; es decir, no
se conocen las características sociales de cada género por lo que no se puede
entablar una relación normal de persona a persona, lo cual genera incomodidades
y situaciones violentas. Por otro lado, el mantenimiento del sexo y la
sexualidad como un tabú y a través de una educación sexual a todas luces deficiente,
no ayuda para nada a la mejora de la situación socio-cultural al respecto, pensando
todavía muchas mujeres que si están con el periodo no pueden hacer actividad
física bajo ningún concepto (cada situación merece un análisis y cada mujer
conoce su ciclo y sus procesos por lo que el docente, además de recomendar la
AF ya que es beneficiosas para los síntomas del periodo, debe ser flexible y
escuchar). En algunos países, hay algunos contenidos de educación sexual,
principalmente de carácter higiénico que se pueden impartir de forma transversal
en Educación Física y complementar dichos contenidos con otros en áreas relacionadas
como ciencias naturales, pero no de una semana de charla sino de forma transversal,
en varios momentos del año y en todas las etapas educativas.
Teniendo en cuenta la desigual socialización de género
trasmitida por estos agentes, el camino hacia una escuela coeducativa pasa
necesariamente por entender la socialización, no como agente de transmisión
mimética de valores y pautas sexistas, sino como agente de transformación
social. Para alcanzarla, es necesario que el sistema educativo trabaje en la
consecución de este objetivo: educar en y para la igualdad desde la diversidad,
o lo que es lo mismo, socializar para transformar. Así pues, entendemos que la
escuela debe llevar a cabo un proceso de socialización transformadora, debe
empoderarse en su capacidad de cambio social. Contar con un profesorado
formado, capacitado en igualdad y, sobre todo, que se sienta capaz de
transformar la desigualdad social en igualdad real, es una utopía que no debemos
desaprovechar (Fumero et al, 2016).
Tomada de: otrasvoceseneducacion.org |
Algunas acciones concretas:
Evitar comentarios sexistas o discriminatorios
Crear juegos y propuestas inclusivos en los que
los roles de todos sean importantes e independientes del genero
En aquellas actividades físicas estereotipadas
de niños o de niñas, procurar invertir roles de forma que todos lo
experimenten. Por ejemplo fomentar la participación de los niños en actividades
de danza y poniendo ejemplos masculinos además de los femeninos; en fútbol
poner ejemplos de mujeres futbolistas, etc.
Cortar de inmediato comentarios que infravaloren
a la mujer (juegas como una niña) y realizar una reflexión al respecto. No
suelen funcionar muy bien las estrategias sancionadoras
Evitar las filas o grupos en los que el criterio
de formación sea el sexo
Crear estrategias en los recreos: por ejemplo,
los niños tienden a jugar más a fútbol en ese tiempo, y cuando juegan las niñas
o las ponen de porteras o de defensas y su participación en el juego es más
bien escasa. Para ello se puede intervenir y proponer a los niños jugar en
posiciones más defensivas, poniendo como ejemplo jugadores importantes en esas
posiciones, y que las niñas tengan un rol más protagonista.
En lugar de realizar prácticas en situación
real, con un número de jugadores elevado por equipo, hacer sub-grupos para la
práctica y varios partidos al mismo tiempo (lógicamente dependería de la
realidad del centro en cuanto a material y espacios, pero en la creatividad
está la solución)
Caminar hacia una pedagogía y escuela coeducativas, pasa
primero por reconocer el modelo sexista, androcéntrico y lgbtifóbico que
tenemos para posteriormente analizar cómo se (re)producen las violencias
machistas en la escuela y, por último, aplicar medidas y actuaciones para
convertir la escuela en un dispositivo social de transformación social (Ruiz
Repullo, 2017)
- En el siguiente link podeis leer un artículo genial, y que me sirvió como bibliografía acerca de este tema
- En el siguiente artículo hay alguna información interesante sobre este tema (El País, 3 de octubre de 2011)
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