En estos días calurosos y llenos de ambientes cálidos (valga la redundancia), se me ocurrió hacer una revisión a los sistemas de termorregulación que tenemos los humanos y muchos otros animales.
El mantenimiento de la temperatura
corporal constante, se da gracias a la existencia de mecanismos de producción de
calor (termogénesis) y de mecanismos de disipación de calor (termolisis).
Existen corpúsculos muy sensibles distribuidos por la superficie corporal, los cuales informan de los cambios de
temperatura. Estos están en conexión con las fibras sensitivas (terminaciones
nerviosas simpatico-colinérgicas) que mandan la información a la médula espinal
y al cerebro, donde el hipotálamo los integra y los ordena y actuará en
consecuencia. La parte posterior de este, reacciona ante
el frío, da escalofríos, provoca constricción…la parte anterior provoca
vasodilatación, sudor… El hipotálamo también regula
intrínsecamente la temperatura mediante células termosensibles localizadas en
el hipotálamo anterior (Tª de la sangre).
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